Generalmente,
el cuarto para herramientas lo tenemos ubicado en el garaje de la casa, en la azotea, en el sótano
o en el desván, pero en cualquiera de estos casos, los pasos a seguir en la
organización de este espacio debe ser la misma.
Dependiendo de la cantidad de herramientas y de los elementos que guardemos en estos espacios, definiremos el tamaño que deberemos tener para esta habitación, pues no se trata de tener todas las cosas apretadas o una encima de la otra, sino de darle a cada tipo de elemento su lugar para evitar accidentes y también para ayudar a organizarnos mejor cuando busquemos algunos de ellos.
Y esto es lo que resulta ser el
mejor consejo para organizar este tipo
de cuartos, es decir, el orden. Buscando que cada cosa se encuentre en
el área que hemos designado para ella, para, de esta manera, tenerla
inmediatamente a mano cuando la necesitemos.
Si contamos con estanterías o anaqueles,
coloquemos las cosas más pesadas en la parte de abajo y las más ligeras arriba,
y agrupémoslas según sus características para hallarlas rápidamente en el caso
de que tengamos demasiadas herramientas y accesorios.
Si, como es usual, vamos a tener
un espacio dentro del cuarto para trabajar, seamos precavidos a la hora de instalar las conexiones
eléctricas en él y asegurémonos de no saturar los tomacorrientes
con muchos enchufes.
Igualmente, asegurémonos de tener un piso antideslizante para
evitar resbalones y caídas al portar las herramientas o al trabajar dentro de
la habitación.
Los líquidos y solventes peligrosos deben estar
guardados en alto, y bajo llave de preferencia, para evitar que los
niños los tomen casualmente, y todos los elementos con filo o aserrados deben
tener en lo posible su cubierta protectora para evitar accidentes al tomarlos.
Como repetimos, el secreto de un
buen cuarto de herramientas es el orden y tener todo bien organizado, cada elemento en el sitio correcto y
contando con todas las precauciones del caso.
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